Te quiero, porque haces las cosas más fáciles

Y es ahora cuando empiezo a perderme amaneceres entre cristales de 2 milímetros. He dejado de contar estrellas para contar los minutos que me quedan para poder fumar. Ya no sé de nada más que alivie la conciencia intranquila. Donde había comodidad, ahora sólo quedan espasmos involuntarios e imsomnio. Recuerdos que algún día dejarán de serlo, y algunos que algún se clavan. Las calles abiertas, y yo en la ventana.. tapada hasta la garganta, esperando no sé el qué.
He leido en un libro que no estamos forjados en el mismo molde y que descubrirás en mi los estímulos que te hacen faltan. Que me cuenten algo que no sepa.. soy difícil de sorprender. De todas formas, aún no sé cómo, siempre llevo las de perder.